martes, 11 de marzo de 2014

Hay una mosca

Hay una mosca. (Once segundos después) Hay una mosca muerta. El tiempo es como dijo mi profesor de psicología evolutiva, respecto del ser humano, “bio + cultura”. Claro que a las 14.00 h, que él daba la clase, yo sólo era ‘bio’ hambrienta y no estaba para: “Defíneme bolígrafo”. Definir es tan complicado como tener hambre y no ver un mendrugo, sólo el tiempo nos suaviza la visión, gracias a la presbicia, a esas cálidas capas de cebolla que, cuan presente, nos alejan de la letra pequeña, del detalle minúsculo, de ese pelo que hay en la sopa cuando el cuenco está vacío. El tiempo es la vida que hay desde el momento en el que nos conocimos hasta hoy. Cuando el camino recorre 30, 35, 40 años, sabemos que ha pasado el tiempo, sin engaño. Lo intentamos, sí, es un juego, hay casi divertimento, unas risas, amago, “bueno esta vez, casi lo consigo y te digo que soy otro/a”, pero no. El tiempo es un camino plagado de piedras, que el tiempo redondea. Esas piedras forman borduras, paredes, parterres, guían y están ahí. Quiero todas mis piedras, todo el tiempo, todos los nombres, el cuenco con sopa y cultura.

viernes, 28 de febrero de 2014

Francamente, buena

Hace unos días volví a ver Un franco, 14 pesetas y me gustó más que la primera vez. La peli de Carlos Iglesias elude los tópicos, huye de los excesos, no hay gritos ni aspavientos, sencillamente cuenta una historia semejante a mil historias vividas en los años 60 (antes y después). Me gusta el tono narrador, la interpretación limpia (Carlos Iglesias, Javier Gutiérrez, Nieve de Medina, Isabel Blanco, Iván Martín, Tim Frederick, Eloisa Vargas, Aldo Sebastianelli, Ángela del Salt e Isabelle Stoffel. Me gusta lo que dice el guión y cómo lo dicen, y hoy me entero (vía radio) que pronto se estrena Dos francos, 28 pesetas, ya en tono de comedia. La industria del cine español se ha ganado el respeto, a pulso, y a millones de espectadores, a pesar del boicot del Gobierno. Sé que se va a ganar cada vez a más, lo mismo que sé que no todo lo que se hace es bueno, como en todas las industrias y gremios. He dicho ya que Un franco, 14 pesetas es un filme para ver despacio?

viernes, 11 de febrero de 2011

El aullido de los lobos

Escucho el aullido de los lobos y sé que lo oyen muchos otros.
Aquellos que se presentaron como corderos unidos al rebaño, los que luego destacaron, casi imperceptibles, como guías y más tarde elevaron sus cabezas hasta sobrepasar al resto y liderar la manada. Esos que perecían corderos hoy aúllan al redil que gobiernan.
Escucho el aullido de los lobos en el rostro de la cajera obligada a recomendar la oferta del día, en el taconeo nervioso del jefe dispuesto a aullar como los otros, en el silencio de las oficinas cuando se trabaja.
Es el aviso. El miedo que suena sutil. No ha hecho falta más.
Los lobos otean, a veces, de soslayo. Mientras, lanzan los dados y calibran las ventajas.
El aullido ajeno a la lengua del rebaño, delata al lobo que miente cuando calla, miente cuando habla. Y los corderos tranquilos si se despedazan.
Foto: anipedia.net